El mejoramiento de suelos es un tema de suma importancia en la ingeniería geotécnica. Comúnmente implica un sobrecosto para el cliente, pues la mayoría de las veces conlleva la importación de personal especializado, procedimientos, maquinaria y equipos patentados, sin tomar en cuenta que el programa de obra, en la mayoría de los casos, habrá de extenderse. Por tanto, cobra vital importancia conocer el campo de aplicación, las ventajas y limitaciones de los diferentes métodos disponibles de mejoramiento de suelos para, desde la consultoría, proponer la alternativa más adecuada a nuestros clientes.

La mitigación del fenómeno de licuación de arenas en proyectos de infraestructura usualmente requiere la implementación de algunos de los diferentes métodos disponibles de mejoramiento masivo de suelos, como pueden ser compactación dinámica, drenes verticales, pilas de arena compactada o columnas de grava.

En imagen el grupo de especialistas incitado por Geopier a Panamá

En este sentido, como parte de la constante capacitación que se lleva a cabo en Dicimsa, el pasado mes de marzo, fui invitado a asistir al taller organizado por GEOPIER en la ciudad de Panamá, en donde se abordaron las diferentes alternativas de mejoramiento masivo de suelos ofertados por GEOPIER. Se dio especial énfasis al mejoramiento de suelos mediante pilas de agregado compactado (PAC); presentándose los fundamentos teóricos de las PAC, las metodologías de análisis y diferentes casos de estudio en donde se expuso el desempeño de las PAC en suelos susceptibles a presentar el fenómeno de licuación de Arenas.

En términos generales, desprendido de dicho taller, me pareció que los fundamentos teóricos de las PAC aún se encuentran en desarrollo, pues se basan principalmente en una analogía basada en un resorte, con un modelo análogo al de las curvas t-z en el diseño de pilas de concreto; faltando una metodología estandarizada que sea sólo aplicable a las PCA para la determinación de los módulos de rigidez dinámico y estático. No obstante, también me pareció que la gran cantidad de proyectos en los que se han implementado dichas alternativas y los casos documentados, son muestra de que las PAC tienen una base empírica sólida en su aplicación en proyectos de infraestructura, tanto en arenas (mitigación del fenómeno de licuación) como en arcillas (control de asentamientos, incremento en capacidad de carga y aceleración del fenómeno de consolidación).

En este contexto, el Ingeniero Geotécnico es responsable de evaluar objetivamente cada una de las alternativas de mejoramiento masivo de suelos, conocer las condiciones estratigráficas, piezométricas y sísmicas particulares de cada uno de los sitios, de tal forma que tenga la capacidad de identificar la aplicabilidad de cada uno de los diferentes métodos de mejoramiento de suelo y hacer la recomendación más adecuada (e. g., en términos de efectividad, disposición de maquinaría y personal, impacto en el programa de obra) para cada proyecto.

Dr. Sergio Felipe Zaldivar Reyes